Esta semana leia en un blog la trastada de una niña de 18 meses que tiro el iPhone de su madre Lola a la bañera.
Lola cuenta en el articulo: Cuando Sofía arrojó el teléfono tuve la sensación de verlo sumergirse en el agua a cámara lenta y la imposibilidad de no poder hacer nada por evitarlo.
Comenta que cuando saco el iPhone 4 con apenas dos meses de uso, lo seco a conciencia y siguiendo instrucciones de su marido que trabaja en el mundo de los móviles, introdujo el telefono de última generación dentro de una bolsa de plastico llena de arroz y precintada.
Hoy en el hilo de los comentarios me he encontrado la siguiente respuesta de Lola:
Señoras y señores, me complace anunciaros que el iPhone HA RESUCITADO!!! Los dos días de terapia de arroz han funcionado…
Foto de Bebesymas/articulo de Lola